La crisis de salud de COVID-19 es solo una de las ilustraciones más recientes de que la humanidad no está bien.
Que el propio planeta no está bien.
Sin embargo, a pesar del grave trauma planetario que ha causado la pandemia, en la actualidad la humanidad no cuenta con las herramientas para evitar que esto vuelva a suceder.
Obviamente, esto volverá a suceder.
El COVID-19, al igual que las crisis climática, de la biodiversidad, del agua, de la resistencia a los antimicrobianos, de los océanos, de la genética, de la contaminación o de la amenaza nuclear, nos demuestra, más que nunca, que todos somos hermanos y hermanas de sangre y fragilidad en esta esfera cada vez más pequeña.
Planet Republyk ; es una reflexión sobre los problemas planetarios a los que se enfrenta la humanidad contemporánea y sobre las razones de la incapacidad de nuestras instituciones políticas para responder a ellos.
Planet Republyk ; Es una propuesta. Un plan, de hecho, para hacer frente con mayor eficacia a las amenazas globales a la sostenibilidad de la humanidad y los ecosistemas mediante el establecimiento, por un camino sin precedentes, de un parlamento mundial verdaderamente supranacional con representación directa fuera del esquema disfuncional típico de las luchas de poder entre las naciones.
Por el establecimiento, por tanto, de una cosmocracia, donde, según el ideal democrático universalista, cada adulto del planeta equivaldría a un voto.
Esta idea en sí misma no es original. La originalidad de Planet Republyk se debe al hecho de proponer el advenimiento concreto del ciudadano cosmopolita a través de un método inédito que evita la trampa de los nacionalismos chovinistas, fuente de inercia, mediante una representación supranacional según las latitudes.
Planet Republyk ; es una esperanza Ofrece una posibilidad de anclaje para la porción de humanidad que ya se considera ciudadana de la tierra. Una esperanza, una nueva fe (del latín fides, “confianza”) en cierto modo.
Planet Republyk ; es una ONG sin fines de lucro cuya misión es promover el establecimiento de un parlamento mundial justo, equitativo, igualitario, legítimo y soberano con el fin de asegurar el manejo de los asuntos que afectan a toda la humanidad y la biosfera.
Imágenes: Cortesía de Marie-Hélène Fournier
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